Las guerrillas colombianas de las FARC y el ELN anunciaron el fin “definitivo” de una confrontación que tenían desde 2005 en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, en un comunicado publicado hoy en su página de Internet.
Los dos principales grupos guerrilleros ya habían anunciado un cese de ataques en diciembre de 2009. En la nueva comunicación, las guerrillas afirman que sostuvieron un encuentro en Arauca en medio de “un ambiente de mucha franqueza, fraternidad y camaradería para abordar las causas que desembocaron la desafortunada y absurda confrontación”.
“Hemos realizado una profunda reflexión sobre las causas que motivaron la confrontación y trabajaremos por aportar soluciones, pero sobre todo evitando hacia el futuro volver a repetir tamaña equivocación”, expresó el comunicado.
En la comunicación las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN) igualmente reconocieron los daños y afecciones que causaron a la población con la confrontación. “Son dolorosos los episodios y lamentable las consecuencias. Por tanto, presentamos nuestros sentimientos de consideración y excusas a todos los afectados”, precisaron.
Ambos movimientos insurgentes indicaron que entre las conclusiones a las que llegaron está la ratificación de que “las diferencias las deben resolver animados en extraer de ellas fortalezas, decisiones constructivas y a forjar caminos unitarios”. “En este bicentenario del grito de la independencia, nos llenamo sde dignidad y grandeza contra la ocupación militar norteamericana, el expolio de las multinacionales y el servilismo de esta oligarquía de la que sólo se esperan privilegios a los poderosos e infortunio a los humildes”, declararon.
La confrontación entre los dos grupos armados ilegales se desató en 2005, luego de que un integrante del ELN asesinó a un mando medio de las FARC. Según reportes de la prensa local, en los choques murieron más de 300 insurgentes de ambos bandos.
La nueva comunicación conjunta también se da en momentos en que las autoridades colombianas denunciaron que ambos movimientos guerrilleros se unieron para efectuar ataques como los ocurridos en las últimas semanas, que dejan más de 43 integrantes de las fuerzas de seguridad muertos.
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